En la era actual respetuosa con el medio ambiente, Vajilla biodegradable desechable se está volviendo cada vez más popular. Sin embargo, es fundamental que los consumidores y comerciantes garanticen la resistencia al calor y la durabilidad de esta vajilla. Entonces, ¿cómo podemos lograr este objetivo?
En primer lugar, la elección de los materiales es la clave. En la actualidad, los materiales degradables para vajillas más habituales en el mercado son principalmente fibras vegetales, plásticos a base de almidón y ácido poliláctico. Las vajillas de fibra vegetal suelen estar fabricadas con materiales naturales como bagazo de caña de azúcar y paja de trigo, y tienen buena resistencia al calor y cierta durabilidad. Los plásticos a base de almidón están hechos de almidón como materia prima principal y se elaboran añadiendo otros ingredientes degradables. Su resistencia al calor es relativamente débil, pero aún pueden mantener una buena estabilidad dentro del rango de temperatura apropiado. El ácido poliláctico es un nuevo tipo de material degradable con alta resistencia al calor y buena durabilidad. Es uno de los materiales degradables para vajillas más ideales en la actualidad.
Al elegir los materiales, es necesario considerar los escenarios de uso y los requisitos de la vajilla. Si se utiliza para contener alimentos o bebidas calientes, es necesario elegir materiales con mejor resistencia al calor. Al mismo tiempo, también se debe considerar la durabilidad de la vajilla para garantizar que no sea fácil de romper o dañar durante el uso. Además, el rendimiento del material se puede mejorar añadiendo algunos agentes de refuerzo y estabilizadores, como nanocelulosa, sílice, etc., que pueden mejorar la resistencia al calor y la resistencia del material.
En segundo lugar, el proceso de producción también tiene un impacto importante en la resistencia al calor y la durabilidad de la vajilla. La tecnología de producción avanzada puede hacer que el material sea más uniforme y denso, mejorando así el rendimiento de la vajilla. Por ejemplo, el uso de un proceso de moldeo a alta temperatura y alta presión puede hacer que la vajilla de fibra vegetal sea más duradera, mientras que el uso del proceso de moldeo por inyección puede hacer que el tamaño de la vajilla de ácido poliláctico sea más preciso y el rendimiento más estable.
Además, durante el proceso de producción se requiere un estricto control de calidad. Estricta inspección y selección de materias primas para garantizar que cumplan con los estándares de calidad. Al mismo tiempo, un seguimiento estricto de cada eslabón del proceso de producción para garantizar la estabilidad de la calidad del producto. Por ejemplo, controle parámetros como la temperatura, la presión y el tiempo de moldeo para garantizar que el rendimiento de la vajilla esté en el mejor estado.
Por último, los métodos de uso y almacenamiento correctos también pueden prolongar la vida útil de la vajilla degradable. Durante su uso, se debe evitar que la vajilla quede expuesta a altas temperaturas, alta humedad o luz solar directa para evitar afectar su rendimiento. Al mismo tiempo, se debe evitar que objetos afilados rayen la superficie de la vajilla para evitar dañarla. Durante el almacenamiento, la vajilla debe almacenarse en un lugar seco y ventilado para evitar la humedad y la contaminación.